martes, 10 de julio de 2012

BODAS EN CASA, Bohumil Hrabal

Y escribo en mi Perkeo atómica hasta que el sol se pone detrás del lavadero, entonces pongo la mesita aquí y escribo hasta que la sombra me parte la cabeza y luego me la corta, que es cuando subo al tejado, donde hay sol hasta la puesta... Pero ya ve que el tejado está inclinado, ¡y no vea las veces que he tenido que cortar las patas de la silla y del taburete!, primero las corté tan mal que acentué la inclinación aún más, luego las corté de tal modo que compensaban la inclinación hacia el otro lado, así, la máquina de escribir se me hubiera deslizado encima de la bragueta, y el taburete, también lo corté dos veces y lo destrocé totalmente, lo utilicé para leña y tuve que comprar otro para lograr la inclinación correcta, tanto del taburete como de la silla, y ahora sí, mi Perkeo reposa horizontalmente sobre la silla, ya lo ha visto usted misma...

A SUS PLANTAS RENDIDO UN LEÓN, Osvaldo Soriano

El inglés eligió el arma y se levantó de un salto, apurado por terminar con su adversario. El italiano, que nunca había disparado un tiro, insistió en la cuestión de la distancia, pero Monsieur Daladieu rechazó la objeción y pidió a los rivales que se reunieran en el campo de tenis. Ni bien oyeron la orden del francés, los invitados pasaron la voz y corrieron a buscar un lugar en la tribuna.