Es feo en el arte lo que es falso, lo que es artificial, lo que pretende ser bonito o bello en lugar de expresivo, lo que es afectado y precioso, lo que sonríe sin motivo, lo que amanera sin razón, lo que se arquea o se endereza sin causa, todo lo que carece de alma y de verdad, todo lo que no es más que alarde de hermosura y de gracia, todo lo que miente.
Cuando un artista, con la intención de embellecer la Naturaleza, añade verde a la primavera, rosa a la aurora, púrpura a los labios jóvenes, crea fealdad porque miente.
Cuando atenúa la mueca de dolor, la deformidad de la vejez, el espanto de la perversidad, cuando corrige la Naturaleza, cuando la vela, la disfraza, la modera para complacer al público ignorante, crea fealdad porque tiene miedo a la verdad.