martes, 10 de julio de 2012

A SUS PLANTAS RENDIDO UN LEÓN, Osvaldo Soriano

El inglés eligió el arma y se levantó de un salto, apurado por terminar con su adversario. El italiano, que nunca había disparado un tiro, insistió en la cuestión de la distancia, pero Monsieur Daladieu rechazó la objeción y pidió a los rivales que se reunieran en el campo de tenis. Ni bien oyeron la orden del francés, los invitados pasaron la voz y corrieron a buscar un lugar en la tribuna.