miércoles, 29 de abril de 2009

COMO VIVÍ Y COMO MORÍ, Virgilio Piñera

Pues viví, salvo algunas satisfacciones de tono menor, como un miserable. Un miserable es un ser humano cuyo trasero se encuentra a la disposición de todos los pies; absolutamente de todos los pies, comprendidos los mismos pies de los miserables. Un detalle curioso: si un juez o un periodista me preguntase qué animal he visto más en mi vida, le diría sin vacilación que la cucaracha. Más que perros y gatos, animales que siempre ganarían en un concurso de compañeros del hombre. Y juré, en uno de esos raros días en que mi estómago estaba repleto, que si por un vuelco de la fortuna llegaba a ennoblecer mi vida, en mi escudo aparecería una magnífica cucaracha de oro en un campo azul...