martes, 1 de diciembre de 2009

EL PESO DEL MUNDO, Peter Handke

Si hablo de mí mismo, a menudo es sólo por incomodidad

Intentar olvidar los pensamientos o imágenes que alguna vez tuvimos, para no repetirlos continuamente ni aferrarse a ellos cuando entre ellos se extiende el vacío

A veces, la sensación de que debería arrancarme la boca con los dedos para no ser siempre el mismo