miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA TERCERA GUERRA MUNDIAL, Ismael Grasa

Los hermanos, ya en carreteras catalanas, hacen señas cuando pasan junto a algún otro coche con matrícula de Huesca, los de uno y los de otro vehículo se miran y tratan de reconocerse. Luego los hermanos utilizan el cronómetro del reloj de la comunión para jugar a no respirar. Por la tarde, aparcado el coche cerca de la playa, se acercan a ver el mar, pero no sienten nada y se cansan en seguida.